Frente a esto apareció HP, uno de los ensambladores de equipos que más rivaliza con Dell sobre todo en el área empresarial, emitiendo una oportuna declaración en respuesta a la movida económica:
“Dell tiene un duro camino por delante. La compañía enfrenta un largo período de incertidumbre y transición que no será bueno para sus clientes. Y con una significativa deuda, la habilidad de Dell para invertir en nuevos productos y servicios será extremadamente limitada. Las compras empujadas tienden a dejar a los clientes existentes y a la innovación de lado. Creemos que los clientes de Dell estarán ahora ansiosos por explorar alternativas y HP planea aprovechar por completo esa oportunidad“.
Con esto, HP expresa de manera casi poco amigable su intención de robarle clientes a Dell, destacando todo lo malo que la operación económica podría dejar en su camino y dejando en claro que cuando este tipo de cosas ocurren, el dinero al interior de la compañía afectada se hace más escaso y está menos disponible para proyectos de riesgo, como los de innovación y desarrollo.
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